jueves, 24 de marzo de 2016

Jóvenes por el Bien Común II

Jóvenes por el Bien Común es un movimiento, espacio, grupo, ámbito de reflexión y acción social y político, apartidario, de carácter exclusivamente juvenil.

Para leer más, te invitamos a pasar por el blog...

lunes, 21 de marzo de 2016

Jóvenes por el Bien Común I



El 8 del 8 a las 8 pm





Te invitamos a participar de…

¿Qué?

un Grupo, Ámbito o Espacio de Acción Solidaria

¿a Quiénes?

a Jóvenes Comprometidos
con su Barrio, Comuna, Ciudad y/o País

¿Por qué?, ¿Para qué?, ¿Cómo?

Para definir esto es que te convocamos…
Tenemos ideas y propuestas,
pero queremos escuchar las tuyas y decidir juntos

¿Cuándo?

La reunión fundacional es el
Viernes 8 de Agosto, 20 hs

¿Dónde?

Salvador María del Carril 2458

¿Quiénes convocan?

Prof. Alexis M. Mitre
Prof. Fernando J. Torrubiano
Prof. Javier E. Giangreco

* Evento que finalmente se realizó el 08/08/08 a las 08 p.m.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Evangelizar supone en la Iglesia la Parresía de salir de sí misma (2013)

"Es una opinión difundida, avalada por numerosos testimonios, que la intención de elegir papa a Jorge Mario Bergoglio creció sensiblemente entre los cardenales la mañana del sábado 9 de marzo, cuando el entonces arzobispo de Buenos intervino en la penúltima de las Congregaciones celebradas –cubiertas por el secreto- que precedieron al cónclave.
Sus palabras golpearon en muchos. Bergoglio habló improvisando. Pero ahora tenemos sus palabras en el apunte escrito a mano por el mismo autor.
"

Extraído de http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1350484?sp=y&refresh_cehttp://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1350484?sp=y&refresh_ce

EVANGELIZAR LAS PERIFERIAS

por Jorge Mario Bergoglio



Se hizo referencia a la evangelización. Es la razón de ser de la Iglesia. "La dulce y confortadora alegría de evangelizar" (Pablo VI). Es el mismo Jesucristo quien, desde dentro, nos impulsa.

1. Evangelizar supone celo apostólico. Evangelizar supone en la Iglesia la parresía de salir de sí misma. La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria.

2. Cuando la Iglesia no sale de sí misma para evangelizar deviene autorreferencial y entonces se enferma (cfr. La mujer encorvada sobre sí misma del Evangelio). Los males que, a lo largo del tiempo, se dan en las instituciones eclesiales tienen raíz de autorreferencialidad, una suerte de narcisismo teológico. En el Apocalipsis Jesús dice que está a la puerta y llama. Evidentemente el texto se refiere a que golpea desde fuera la puerta para entrar... Pero pienso en las veces en que Jesús golpea desde dentro para que le dejemos salir. La Iglesia autorreferencial pretende a Jesucristo dentro de sí y no lo deja salir.

3. La Iglesia, cuando es autorreferencial, sin darse cuenta, cree que tiene luz propia; deja de ser el "mysterium lunae" y da lugar a ese mal tan grave que es la mundanidad espiritual (Según De Lubac, el peor mal que puede sobrevenir a la Iglesia). Ese vivir para darse gloria los unos a otros. Simplificando; hay dos imágenes de Iglesia: la Iglesia evangelizadora que sale de sí; la "Dei Verbum religiose audiens et fidenter proclamans", o la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí. Esto debe dar luz a los posibles cambios y reformas que haya que hacer para la salvación de las almas.

4. Pensando en el próximo Papa: un hombre que, desde la contemplación de Jesucristo y desde la adoración a Jesucristo ayude a la Iglesia a salir de sí hacia las periferias existenciales, que la ayude a ser la madre fecunda que vive de "la dulce y confortadora alegría de la evangelizar".

Roma, 9 marzo 2013

martes, 1 de marzo de 2016

¿Qué significa Parresía?

En la retórica clásica, la parresía era una manera de «hablar con franqueza o de excusarse por hablar así».1 El término está tomado del griego παρρησία (παν = todo + ρησις / ρημα = locución / discurso) que significa literalmente «decirlo todo» y, por extensión, «hablar libremente», «hablar atrevidamente» o «atrevimiento». Implica no sólo la libertad de expresión sino la obligación de hablar con la verdad para el bien común, incluso frente al peligro individual.
Michel Foucault (1983) resume el concepto de parresía del Antiguo Testamento de la siguiente manera:
De manera más precisa, la parresia es una actividad verbal en la cual un hablante expresa su relación personal a la verdad, y corre peligro porque reconoce que decir la verdad es un deber para mejorar o ayudar a otras personas (tanto como a sí mismo). En parresia, el hablante usa su libertad y elige la franqueza en vez de la persuasión, la verdad en vez de la falsedad o el silencio, el riesgo de muerte en vez de la vida y la seguridad, la crítica en vez de la adulación y el deber moral en vez del auto-interés y la apatía moral.

Uso en el Nuevo Testamento

Un uso relacionado de parresia se encuentra en el Nuevo Testamento griego, en el cual significa "discurso atrevido", la habilidad de los creyentes de mantener su propio discurso delante de las autoridades políticas y religiosas.

Significados contemporáneos

Michel Foucault desarrolló el concepto de parresía (frecuentemente traducido al español como parrhesia) como manera de discurso en el cual uno habla abierta y sinceramente acerca de sí mismo o las propias opiniones sin recurrir a la retórica, la manipulación o la generalización. Pero según Foucault, el que practica la parresía (parrhesiastes) «no es sólo sincero... sino que dice también la verdad». La noción de parresía en sentido foucaultiano está afectada por nuestro modelo cartesiano de experiencia de lo evidente (evidencial experience). A grandes rasgos, para René Descartes la verdad es lo (racionalmente) innegable. En el contexto de una investigación filosófica, lo que puede ser puesto en duda debe ser puesto en duda y, entonces, el discurso que no es examinado o criticado no necesariamente tiene una relación válida con la verdad. Según dice Foucault (1983 §I), en cambio, el «parrhesiastes dice la verdad por que él sabe que se trata de la verdad, y sabe que es verdad porque realmente es verdad».nota 1
Existen varias condiciones que fundaban la noción tradicional de parresia del griego antiguo. Quien recurre a la parresía sostiene una relación creíble hacia la verdad, su posesión de la verdad está garantizada por ciertas cualidades morales; así mismo, es un crítico de sí mismo, o de la opinión popular o de la cultura; revelar la verdad lo coloca en una posición de peligro pero insiste en hablar de la verdad, pues considera que es su obligación moral, social y/o política. Más aún, quien practica la parresía debe estar en una posición social más débil que aquéllos a quienes se las revela. Por ejemplo, un pupilo «cantándole las verdades» a su maestro sería un ejemplo preciso de parresía, mientras que un maestro que le dice la verdad a su pupila o pupilo, no.
Extrañamente, para Foucault, Sócrates es un caso modélico de parrhesiastes. Esto no parece coherente con su afirmación de que entre los griegos, «el parrhesiastes no parece abrigar ninguna duda acerca de su propia posesión de la verdad». En efecto, esto último no se condice con la confesión socrática de su propia ignorancia (Apología), con la petición de que se le refute en caso de merecerlo (Gorgias), o con la severa crítica a la que el personaje platónico Sócrates expone, sin poderla rebatir, ideas que antes había sostenido (como ocurre con la teoría de las Formas, en el Parménides); tampoco, con la disposición de Sócrates a revisar, hasta el último momento de su vida, las conclusiones antes establecidas (Critón). Una explicación de esta supuesta contradicción en Foucault es que la parresía le permitía al maestro, al filósofo o al médico relacionarse con el discípulo o con el paciente de manera que éste se modificase por sí mismo y se convirtiese en un sujeto de verdad. Así, ni el discípulo era controlado por su maestro, ni se veía imponer la verdad; recibía, en cambio, la verdad subjetivada de este, como estímulo para alcanzar el conocimiento por sus propios medios.

Extraído de Wikipedia