miércoles, 18 de mayo de 2016

Decálogo de Ideas Políticas del Papa Francisco



¿Por qué razón el Papa Francisco está siendo atacado desde diferentes funcionarios o figuras del Gobierno Nacional, de Cambiemos, del Macrismo y también desde algunos sectores del periodismo argentino?.
Cuando el Kirchnerismo era gobierno, se acusaba a Jorge Bergoglio, por entonces Cardenal de Buenos Aires, de ser el Jefe de la Oposición.
Ahora, con Macri presidente, con Cambiemos en el poder, se acusa al Papa Francisco de meterse en la política local enfrentando al gobierno.
¿Y si el Papa Francisco, Jorge Bergoglio, tal vez no esté haciendo otra cosa que anunciar un mensaje, con palabras, gestos y hechos, y denunciar todo aquello que va en contra de ese mensaje de amor, de paz, de fraternidad, de esperanza, de justicia?.
Para que cada uno saque sus propias conclusiones les dejo un Decálogo de las Ideas Políticas del Papa Francisco. Es un listado personal basado en las palabras del Pontífice que tienen como destinatario al mundo entero…

1) Revalorizar la Política: “la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común”.
2) Participar en Política es responsabilidad de todos: “la participación en la vida política es una obligación moral”.
3) Buscar, Construir el Bien Común: “están llamados a defender y custodiar la dignidad de sus conciudadanos en la búsqueda constante y exigente del bien común, pues éste es el principal desvelo de la política”. Les pido a quienes tienen responsabilidad política de no olvidar dos cosas: la dignidad humana y el bien común”.
4) Cultura del Encuentro. Tender Puentes: “Es un trabajo lento y arduo que exige querer integrarse y aprender a hacerlo hasta desarrollar una cultura del encuentro en una pluriforme armonía”.
5) Poder como Servicio al Pueblo: Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio”.
6) Tierra, Techo y Trabajo para todos: “luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, la tierra y la vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales”.
7) Más Estado, menos Mercado. Inclusión sí, Exclusión no: “Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera. De ahí que nieguen el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común”. "Hay dos caminos en la vida, el de la exclusión y el de la inclusión”.
8) Privilegiando a los más vulnerables. Mirando desde la periferia: “No dejemos entrar en nuestro corazón la cultura del descarte, porque somos hermanos. No hay que descartar a nadie... La medida de la grandeza de una sociedad está determinada por la forma en que trata a quien está más necesitado, a quien no tiene más que su pobreza”. El principio de la subordinación de la propiedad privada al destino universal de los bienes y, por tanto, el derecho universal a su uso es una «regla de oro» del comportamiento social y el «primer principio de todo el ordenamiento ético-social»
9) Honestidad y Coraje; no a la corrupción y las mafias: “La corrupción es como la gangrena del pueblo”. “La escandalosa concentración de la riqueza global es posible por la connivencia de responsables del ámbito público con los poderes fuertes. La corrupción es ella misma también un proceso de muerte: cuando la vida muere, hay corrupción”. “Los mafiosos no están en comunión con Dios”. “Vale la pena ser buenos y honestos”
10) Coherencia y Testimonio: Lo que el Papa dice, hace. Son valiosos sus discursos, pero también sus gestos. Vive lo que anuncia. Y denuncia lo que considera que está mal. Es tan importante lo que dice, como dónde lo dice, a quiénes se los dice y cómo lo dice. Y, fundamentalmente, cómo lo vive.

martes, 17 de mayo de 2016

No buscan entender su mensaje



En los últimos días, el Papa Francisco ha sido objeto de abundantes críticas en su país, nuestro país, la Argentina. Esta ola de reproches al Santo Padre llega en el marco de un nuevo gobierno nacional que parece algo alejado de todo lo relativo a la Doctrina Social de la Iglesia.
La cuestión es el porqué de la lluvia de ataques hacia Su Santidad. Y la realidad nos indica que la relación entre la gestión de Mauricio Macri y el Vaticano no pasa por su mejor momento, más aún cuando desde el Gobierno Nacional parecen intentar deslegitimar la inmensa labor de un líder mundial que pone en riesgo el plan económico neoliberal que se quiere imponer.
Así como lo hizo en su momento el kirchnerismo, el macrismo es ahora quien eligió a Jorge Bergoglio como un objetivo hacia el cual apuntar. El ensañamiento de distintos actores relacionados al PRO para con el ex Arzobispo de Buenos Aires denota que evidentemente hay una clara estrategia política que no busca otra cosa que desprestigiar.
El Papa Francisco aparece en todo el mundo como una figura de una relevancia extraordinaria, además de ser reconocido mundialmente como un símbolo de paz en un planeta absolutamente corrompido por la violencia que genera dolor. Es insoslayable que Francisco ha logrado hitos que quedarán en la historia, como son el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, el principio de acuerdo de paz entre Colombia y las FARC, el reencuentro entre la Iglesia Católica y la Ortodoxa después de unos 1000 años de distanciamiento, su prédica en favor de los refugiados y su derecho a vivir dignamente, etc.
Entonces, ¿cómo hace el macrismo para confrontar con una figura de esta índole que predica en contraposición con el sistema económico que busca imponer? La respuesta parece estar a la vista: injuriarlo y mostrarlo como un símbolo de corrupción. Sí, justo a él, que levantó y levanta su voz en todo momento contra los gobiernos que lastimaron y lastiman a sus pueblos.
Es evidente que al Gobierno le sirve seguir el juego de esa antinomia que se ha dado a llamar “la grieta”, la cual se sigue fabricando todos los días. Y la mejor solución que se le ocurre al oficialismo para neutralizar la figura de Francisco es ponerlo del otro lado, como si se tratara de un defensor de los múltiples hechos de corrupción que se suscitaron en la década pasada (cuando Bergoglio fue muy crítico del kirchnerismo siendo Arzobispo).
Y está muy claro que el macrismo no lleva a cabo este juego porque sí, nada de eso. Es evidente que hay que distraer a la sociedad de una serie de medidas asfixiantes que se han tomado contra las clases medias y bajas en pos de la instauración de un sistema inclinado a favorecer a los sectores altos de la sociedad.
El mensaje del Papa Francisco pone en el centro de la escena la dignidad humana, y es evidente que ella no se alcanzará nunca con un gobierno corrupto ni con una gestión tendiente a procrastinar (quizás eternamente) el bienestar del pueblo en general.
Para ejemplificar cómo el mensaje del Santo Padre representa una piedra en el zapato para quienes están a cargo del Ejecutivo Nacional, es suficiente con mencionar algunas citas de Laudato Si, la encíclica de Francisco que ha puesto el foco en las desigualdades de la sociedad. Así podemos resaltar cuando el Papa dice que “tal paradigma (el tecnoeconómico) hace creer a todos que son libres mientras tengan una supuesta libertad para consumir, cuando quienes en realidad poseen la libertad son los que integran la minoría que detenta el poder económico y financiero” (párrafo 203) o cuando hace referencia a que “la deuda externa de los países pobres se ha convertido en un instrumento de control” (párrafo 52).
Queda absolutamente evidenciado en estas dos citas, aunque sea algo muy acotado, que el macrismo encuentra un enemigo dialéctico y retórico en el Papa Francisco. Y tener en contra a uno de los máximos referentes mundiales (seguramente el referente con mayor aprobación popular) puede significar un riesgo para todo el plan económico neoliberal que busca aplicar el oficialismo.
La cita mencionada sobre la deuda externa aparece como antítesis a uno de los principales ejes del plan que busca llevar a cabo el ejecutivo, que es pagarle a los fondos buitre a través de un endeudamiento récord de 16 mil millones de dólares, lo que evidentemente representa una medida que ya se ha llevado a cabo muchas veces en el mundo y siempre ha acabado con el país que toma deuda absolutamente genuflexo frente al poder financiero internacional.
Así las cosas, ante la contundencia del mensaje de Francisco, el Gobierno no ve otra opción que recurrir a la realización de una ofensiva ad hominem que busca devaluar ese mensaje atacando a la persona y no cuestionando la cosa.
Sin embargo, no es Mauricio Macri el encargado de ensuciar la figura papal, sino que esta tarea es delegada a gente cercana al Gobierno que se encarga de sembrar las dudas en la sociedad. En este sentido, Maquiavelo en “El Príncipe” señalaba que “los príncipes deben encomendar a los demás las tareas gravosas y reservarse para sí la concesión de gracias”.
Esto lo podemos ver explícitamente cuando el Presidente declara de una manera amena (como a la salida del encuentro con Francisco en Roma) y sus esbirros son quienes se encargan del trabajo sucio.
En conclusión, es de suma importancia acompañar la tarea evangelizadora del Papa Francisco y responder sin recurrir a ningún tipo de bajezas todos los cuestionamientos que se hacen evidentemente con dolo e intención. Lo que queda igualmente claro, es que el problema no es con el Sumo Pontífice, sino que el problema es con su mensaje.
Igualmente, y en concordancia con las enseñanzas del Santo Padre, desde Parresía seguiremos abogando por la concordia y esperando que los gobernantes de nuestro país den un giro de 180 grados y comiencen a aplicar el mensaje dignificante que ha llevado el Papa Francisco por todo el mundo desde aquel iluminado 13 de marzo de 2013.
Hay quienes dicen que nadie es profeta en su tierra. No sabemos si es cierto. Sí sabemos que seguiremos llevando el mensaje de Francisco para que nuestro país no quede apartado del proceso de paz que él representa. 

domingo, 15 de mayo de 2016

Después de Pentecostés, a anunciar con Parresía

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS A ANUNCIAR CON PARRESÍA, “¿CON QUÉ…?”

Son muchas las veces las que hemos sentido este término que quizás no hemos llegado a exprimir del todo su significado.
Nos acercamos a su uso en los textos bíblicos para saber qué es y lo que hoy debemos entender cuando se nos invita a tener parresía.
Cuando la Parresía se convierte en verbo.
Parresía se puede traducir como: apertura, notoriedad, franqueza (gozosa), confianza, valentía, libertad de espíritu o expresión, sinceridad.
Pero unida a este término nos aparece parresiazomai, que se traduce como: hablar abiertamente o con franqueza o libertad, cobrar ánimo. Es decir un verbo, una acción.
Parresía en Jesús.
El término parresía viene relacionado con la actividad de Jesús (Cf. Jn. 7, 26; 11, 14) y quiere decir que habla abiertamente, que su predicación se realiza públicamente, porque su misión era comunicar la salvación que Dios quería para la humanidad. La parresía en Jesús indica que está lleno del amor de Dios y a los hombres y que por eso habla y actúa.
Parresía en los Apóstoles.
En los apóstoles la parresía marca su predicación de los misterios de Dios, haciendo referencia a esta valentía de hablar no propia del hombre por sí mismo, sino únicamente en Dios. La parresía en los apóstoles se hace patente delante del pueblo hostil al mensaje de Jesús y viene unido a la profesión de fe. Es un carisma que se obtiene en la medida en que el apóstol permanezca unido a Cristo.
La parresía se considera como una dimensión importante de la existencia cristiana y de un apóstol en particular.
Parresía de nosotros hacia Dios.
Comenta Benedicto XVI en Deus Caritas est:no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona” (DCE1)
Ante esa Persona realizamos un acto de confianza que nos lleva a mantener una relación con quien llamamos Padre, con hablamos con parresía de toda nuestra vida, por medio de Cristo, quien nos ha dado esa libertad.
Parresía de nosotros hacia los demás.
Dios está en nosotros y en Él su amor, el mismo que movió a Jesús, y a los apóstoles, a anunciar el Reino a los demás.
Aquí radica la parresía hacia los demás. Cuando amas a una persona tienes la valentía para decirle lo que sientes, corregirla o ayudarla.
No nos falla la parresía porque Dios nos la da desde el día en que fuimos bautizados. Nos falta un verdadero amor hacia nuestros hermanos que no han tenido la oportunidad de que alguien les anunciara la Buena Noticia.  
Necesitamos cristianos verdaderamente llenos de Cristo, en la mente y en el corazón, que tengan claro que nunca podremos ser felices si no anunciamos con parresía el mensaje de Cristo (cf. 1 Jn 1,4), donde parresía es una acción porque es verbo; como Jesús lo hacía, somos otros “cristos”; siguiendo el ejemplo de los apóstoles, testigos como nosotros de las obras de Dios; con la misma confianza, con la que hablamos con Dios. Si somos seguidores de Jesús, nos tiene que doler, como los grandes evangelizadores, que nuestros hermanos se pierdan la alegría de creer.

Extraído de http://catequizando-evangelizando.blogspot.com.ar/2011/06/despues-de-pentecostes-anunciar-con.htmlhttp://catequizando-evangelizando.blogspot.com.ar/2011/06/despues-de-pentecostes-anunciar-con.html

domingo, 8 de mayo de 2016

Consideraciones sobre las declaraciones de la Dip. Carrió contra Gustavo Vera

Ante las diferentes versiones que se han puesto a circular producto de las declaraciones de la diputada, desde este espacio consideramos pertinente realizar una serie de aclaraciones sobre lo susodicho.

Primeramente, es menester encuadrar los sucesos dentro de la coyuntura en la cual acontecieron. Cuando hablamos de la Dra. Carrió, nos estamos refiriendo a una de las principales integrantes del Frente Cambiemos, el cual permanece actualmente a cargo del Poder Ejecutivo Nacional. La Dra. Carrió, otrora detractora del Presidente Mauricio Macri, realiza actualmente las declaraciones de prensa que se encargan de sembrar las dudas en la sociedad sobre todo aquel que cumple con su deber ciudadano de analizar y criticar los errores (sean por dolo u omisión) de la gestión actual.

Es más que conocido el inmenso compromiso de la Fundación Alameda con la sociedad civil y fundamentalmente con los más necesitados y desposeídos de la Argentina absolutamente desigual en la que vivimos. Y más allá del indudable trabajo realizado por la fundación, es de público conocimiento para todo aquel que esté involucrado en la temática la coherencia permanente con la que ha actuado en todo momento el diputado Gustavo Vera.

Los esfuerzos de La Alameda, mancomunados con los del Papa Francisco, apuntan a atacar a todos los sectores espurios que integran nuestra sociedad, más allá del signo político al que se aferren los mismos, luchando contra las mafias y en pos de la incautación de bienes a las mismas en busca de su reutilización social. Es indudable que la delincuencia no conoce de ideologías, al igual que las víctimas, que tampoco saben de banderías políticas.

Es evidente que, en un contexto donde los dos espacios políticos principales de la Argentina aparecen sospechados de corrupción en todo momento, la tarea de La Alameda representa una piedra en el zapato para todo intento de pacto de impunidad que pueda llevarse a cabo entre las partes involucradas en los hechos que se han mediatizado en los últimos meses, los cuales han traído aparejados graves problemas para la sociedad toda, la cual enfrenta a diario todo tipo de afrentas hacia su dignidad.

En medio de esta ola de acusaciones cruzadas, es lógico que un sector que busca únicamente la justicia se vea agraviado por los espacios políticos que intentan encubrir los hechos de corrupción en los que se ven inmersos. La única forma de que los corruptos queden impunes es hacerle creer a la sociedad que no hay sectores impolutos.

Sin embargo, basta con recurrir al archivo para comprobar que los dichos efectuados por Elisa Carrió carecen de sentido. A continuación, se deja el link en el cual Gustavo Vera (en el año 2013) habla de la guerra oculta de espías, donde menciona a Pocino y a Milani: http://www.laretaguardia.com.ar/2013/07/la-alameda-denuncia-una-guerra-de-espias.html

Pero más allá de la respuesta necesaria a las infundadas declaraciones efectuadas por la Diputada Carrió, desde Parresía podemos sostener sin hesitar que nuestra postura seguirá siendo la misma: los integrantes de la sociedad civil no debemos permitir que nos dividan para facilitarles el juego a los poderosos. Desde nuestro lugar, seguiremos sosteniendo los principios de la cultura del encuentro y del diálogo.

Si bien es necesario y pertinente aclarar las dudas, desde este espacio no buscamos ingresar en ningún juego de chicanas con ningún sector que intente agraviar con el solo objeto de alejar a la sociedad de la búsqueda de justicia.

Creemos que el bien común es el fin supremo hacia el que tienden todos los objetivos del hombre. Y así lo seguiremos sosteniendo, yendo hacia ese fin que nos llama todos los días y nos mueve a seguir adelante, luchando por una Argentina sin esclavos ni excluidos.
Desde Parresía consideramos que lo más acertado es seguir trabajando sin detenernos en pequeñeces que no suman en nada a la gente más necesitada. 

Por eso, seguimos invitando a todas las personas a particip
ar de nuestro espacio y a seguir fomentando la cultura del diálogo fructífero y abarcativo.